Después del baño del niño un pequeño masaje le asegurará una noche dulce y además fortalecerá ese vínculo de confianza tal especial. Aceite de almendras dulces, recomendado para las pieles frágiles y secas, pero también la Rosa Mosqueta de Chile y el aceite macerado de caléndula.Esta mezcla de aceites será calentada con antelación en la palma de la mano con el fin de garantizar el máximo confort para nuestro pequeño. Una gota de aceite esencial de Lavanda (Lavanda angustifolia) fortalecerá este lazo privilegiado.
Después de un episodio de enfermedad infantil (varicela, rubeola…), un masaje con aceites vegetales de Rosa Mosqueta (Regenerante en profundidad) y de Argán (cicatrizante, nutritivo), atenuarán las eventuales huellas cutáneas.
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